Cruzando el Puente de Brooklyn
Querido amigo,
Hoy me aventuré a cruzar el charco… bueno, el East River, de Manhattan a Brooklyn. Te voy a contar cómo fue este viajecito, porque, ¡vaya que Brooklyn tiene su propia onda!
Partí de Manhattan decidido a conquistar Brooklyn, pero en lugar de tomar el metro, opté por el Brooklyn Bridge. Sí, amigo, me fui caminando. ¿Por qué? Porque las vistas son de otro mundo. Imagínate ahí, en medio de esta megaestructura, con Manhattan reduciéndose detrás de ti y Brooklyn esperándote al frente. Es como estar en dos mundos a la vez.
El paseo por el puente es algo que todo el mundo debería experimentar. Por un lado, tienes ciclistas que pasan zumbando como si estuvieran en el Tour de Francia, y por el otro, turistas parando cada cinco pasos para tomar fotos (sí, yo fui uno de esos). Pero lo mejor de todo es la vista panorámica del skyline de Nueva York. Eso, mi amigo, no tiene precio.
Una vez que llegué a Brooklyn, el cambio de ambiente se siente de inmediato. Es como si todo bajara dos tonos de intensidad, pero sin perder el estilo. Lo primero que hice fue lanzarme a Brooklyn Heights Promenade para seguir disfrutando de las vistas, pero esta vez con un poco más de calma y menos viento en contra.
Después, me di una vuelta por DUMBO, y no, no vi a ningún elefante volador. DUMBO significa Down Under the Manhattan Bridge Overpass, y es básicamente el lugar de Instagram por excelencia. Calles empedradas, vistas al puente, y un montón de cafecitos y tiendas de diseño que te hacen sentir en una película indie.
No podía irme sin probar algo de comer, así que me metí en uno de esos lugares de pizza que dicen ser “la mejor de Nueva York”. No sé si era la mejor, pero después de la caminata, me supo a gloria.
Y claro, como buen turista en Brooklyn, no podía faltar la visita al Brooklyn Bridge Park. Este lugar es una mezcla perfecta de naturaleza, deporte, y cultura, con una pinta de vista al skyline de Manhattan que, honestamente, parece sacada de un póster.
Antes de regresar a Manhattan, me aventuré un poco más adentro de Brooklyn, pasando por barrios con una vibra totalmente diferente, desde lo hipster en Williamsburg hasta lo más tradicional en Borough Park. Brooklyn es como un collage de culturas, estilos, y sabores; nunca sabes con qué te vas a encontrar en la siguiente esquina.
Regresando a Manhattan, no pude evitar sentir un poco de nostalgia por dejar Brooklyn. Este pedazo de Nueva York tiene su propio encanto, uno más relajado pero igual de vibrante.
Te mando un abrazo,
[Tu amigo descubriendo los secretos de Brooklyn]
