Una de las estaciones de metro más bellas jamás construidas, con arcos de cerámica y lámparas de araña, fue clausurada en 1945 debido a que los trenes más largos y modernos no podían hacer la curva pronunciada de la estación. Sin embargo, aún puedes verla si te quedas en el tren 6 después de la última parada en dirección sur.
La Estación City Hall del metro de Nueva York es uno de los secretos mejor guardados de la ciudad y una joya arquitectónica. Esta estación, que está cerrada al público desde hace décadas, es famosa por su diseño intrincado y su importancia histórica.
Historia:
La estación City Hall se inauguró el 27 de octubre de 1904 y fue la terminal original del Interborough Rapid Transit Company (IRT), la primera línea de metro de la ciudad. Fue diseñada como una joya de la corona del nuevo sistema de metro.
Diseño arquitectónico:
La estación presenta bóvedas de Guastavino, arcos de cerámica y lámparas de latón. Además, tiene vidrieras y azulejos decorativos, que eran menos comunes en las estaciones más utilitarias del sistema. La plataforma es curva, y los andenes son más cortos que las estaciones modernas.
Cierre:
A pesar de su belleza, la estación City Hall tuvo un uso relativamente bajo, en parte debido a su proximidad a la cercana estación Brooklyn Bridge. Además, a medida que los trenes se hicieron más largos y la demanda de pasajeros aumentó, la estación, con su curvatura pronunciada y andenes más cortos, se volvió menos práctica. Finalmente, fue cerrada al servicio regular el 31 de diciembre de 1945.
Visitas en la actualidad:
Aunque la estación City Hall no está abierta al público en general, el New York Transit Museum ofrece ocasionalmente recorridos para sus miembros, permitiendo a los visitantes explorar este remanente histórico. Además, aquellos que viajan en el tren 6 pueden tener un vistazo a la estación si permanecen en el tren después de la parada final en Brooklyn Bridge-City Hall, ya que el tren usa la estación City Hall para dar la vuelta.
Importancia cultural:
A lo largo de los años, la estación City Hall ha capturado la imaginación del público y ha sido objeto de rumores, historias y exploraciones urbanas. Su diseño y mística la convierten en un testimonio de la era dorada del transporte público de Nueva York y un recordatorio de la visión que una vez se tuvo para el sistema de metro.
En resumen, la Estación City Hall es una parte integral del legado histórico y arquitectónico del sistema de metro de Nueva York. Aunque ya no está en funcionamiento, sigue siendo un testimonio de la ambición y la visión que caracterizaron los primeros días del metro en la ciudad.
