La venta de Manhattan
Lugar: Supuestamente cerca de Inwood Hill Park en Manhattan
Según registros, en 1626, Peter Minuit “compró” la isla de Manhattan a los nativos americanos Lenape por mercancías valoradas en 60 florines holandeses, lo que hoy sería alrededor de $1,000.
El acuerdo para la compra de Manhattan es uno de los tratos inmobiliarios más famosos de la historia y, a menudo, se menciona en el contexto de cómo Nueva York, una de las ciudades más influyentes y prósperas del mundo, comenzó a tomar forma.
Antecedentes:
En el siglo XVII, Europa occidental estaba en pleno auge de exploración y colonización. Los Países Bajos, una potencia naval y comercial de la época, establecieron la colonia de Nueva Netherland en la costa este de América del Norte.
Manhattan estaba habitada por nativos americanos, específicamente por el grupo Lenape, antes de la llegada de los europeos.
El Acuerdo:
En 1626, Peter Minuit, un director de la Dutch West India Company, llegó a un acuerdo con los nativos Lenape para adquirir la isla de Manhattan.
La transacción supuestamente involucró bienes por valor de 60 florines holandeses, que se cree que equivaldrían a alrededor de $24 USD en ese momento. Sin embargo, este valor es objeto de debate y es difícil compararlo directamente con los valores actuales debido a las diferencias en las economías y las monedas. Algunas estimaciones contemporáneas sugieren que esos 60 florines equivaldrían a alrededor de $1,000 en dinero actual.
Es importante señalar que el concepto de propiedad de la tierra era muy diferente para los nativos americanos en comparación con los europeos. Para los Lenape, el trato podría haberse entendido más como un derecho a compartir y usar la tierra en lugar de una transferencia de propiedad total y exclusiva en el sentido europeo.
Consecuencias:
A raíz de la compra, los holandeses establecieron Nueva Ámsterdam en el extremo sur de Manhattan, que eventualmente se convirtió en el centro de Nueva Netherland.
Sin embargo, el control holandés sobre la región fue efímero. En 1664, los ingleses capturaron Nueva Netherland y lo renombraron Nueva York en honor al Duque de York.
Reflexiones:
La “compra” de Manhattan es un momento emblemático, pero es esencial considerarla en un contexto más amplio. Representa la complejidad de las interacciones entre colonizadores europeos y nativos americanos y las profundos cambios y consecuencias que surgieron de esas interacciones.
Para muchos, el trato simboliza la pérdida de tierras nativas americanas y las injusticias que enfrentaron los pueblos indígenas a manos de los colonizadores.
En resumen, la venta de Manhattan es un episodio significativo en la historia de Nueva York y América. Aunque a menudo se narra de manera simplificada, es un evento complejo con ramificaciones duraderas para la ciudad y sus habitantes originales.