El viejo Banco de Manhattan
El edificio del Bank of Manhattan, ubicado en el 40 de Wall Street, es una pieza central en la narrativa de los rascacielos de Nueva York y un testimonio de la historia económica y arquitectónica de la ciudad.
Este emblemático rascacielos se concibió durante el fervor de la construcción del periodo entre guerras, con el objetivo inicial de superar en altura al edificio Woolworth y de ser la sede del Bank of Manhattan, que había crecido de ser un proveedor de agua a un pujante banco desde su fundación en 1799.
El edificio, ideado en 1928, fue el resultado de una especulación inmobiliaria motivada por el auge económico posterior a la Primera Guerra Mundial. Los hermanos Starret y Eken, dueños de la compañía constructora Starret Corporation, junto con el Bank of Manhattan, se embarcaron en la construcción de este rascacielos con un diseño original de Henry Craig Severance, asistido por el arquitecto de origen japonés Yasuo Matsui, y más tarde con la colaboración de la firma Shreve & Lamb. Se planificó un edificio Art Decó de 68 pisos, que fue aumentado a 71 pisos durante la construcción para intentar asegurar su título como el edificio más alto del mundo, logrando finalmente 283 metros de altura con su remate piramidal.
Sin embargo, este título fue efímero. La competencia con el Chrysler Building fue tan reñida que se asemejó a una carrera de caballos cubierta por la prensa.
A pesar de que el Bank of Manhattan Building logró superar brevemente al Chrysler Building en altura, este último escondía una aguja de acero inoxidable que, una vez revelada, le otorgó una altura total de 319 metros, arrebatando así el título al Bank of Manhattan.
La construcción del edificio fue un logro de eficiencia, comenzando en mayo de 1929 y completándose en tan solo 11 meses, un récord para la construcción de espacios de oficina en aquel tiempo.
La inauguración se llevó a cabo el 26 de mayo de 1930, con un gran almuerzo en el piso 55, presidido por el alcalde Jimmy Walker. La rapidez y éxito de la construcción del edificio del Bank of Manhattan llevaron a que la compañía constructora Starret Brothers fuera seleccionada para construir el Empire State Building.
Esta construcción se convirtió en un modelo de la eficiencia estadounidense, con un meticuloso calendario que incluyó fechas para acabados, carpintería y otras instalaciones.
Aunque el edificio no retuvo su título de altura por mucho tiempo, la historia detrás de su construcción refleja un período de especulación económica, competencia feroz y, en última instancia, el impacto del ego en la arquitectura de los rascacielos.
El Bank of Manhattan Trust Building, a pesar de ser superado por el Chrysler Building y más tarde por el Empire State Building, sigue siendo un testimonio de la ambición y el espíritu de su tiempo, y continúa siendo una figura prominente en el skyline de Nueva York.
