El Woolworth Building
El Woolworth Building, situado en el 233 de Broadway en Manhattan, Nueva York, es una joya de la arquitectura neogótica y uno de los primeros rascacielos de Estados Unidos.
Diseñado por Cass Gilbert y completado en 1913, el edificio fue la cúspide de la ambición de su creador, el financiero Frank W. Woolworth, quien deseaba un rascacielos destacable para su empresa. Los terrenos para el proyecto fueron adquiridos en 1910 y el solar definitivo costó 4.5 millones de dólares.
La construcción, que desafió las restricciones de altura de la época, se elevó finalmente a 241.4 metros, superando al Metropolitan Life Insurance Building como el más alto del mundo en su tiempo. El costo de construcción ascendió a 13.5 millones de dólares y se inauguró el 24 de abril de 1913.
El diseño gótico del Woolworth Building, con sus pináculos y gárgolas, y su interior de inspiración bizantina, con mosaicos dorados y grandes escaleras de mármol, lo hacen parecer más una catedral que un edificio de oficinas. El lobby, con una altura de tres plantas, cuenta con un techo con cristaleras y una bóveda cubierta de mosaicos dorados, además de esculturas que caricaturizan a Woolworth contando monedas y a Gilbert con una maqueta del edificio.
Hoy en día, el Woolworth Building sigue siendo un hito icónico, habiendo sido actualizado para satisfacer las necesidades espaciales y tecnológicas de los negocios modernos. Alberga a agencias, firmas, startups y otras empresas, proporcionándoles todas las comodidades modernas necesarias. El edificio se encuentra en un vecindario vibrante y lleno de vida, rodeado de comercio, restaurantes, transporte y una infraestructura bien desarrollada.
La ubicación del Woolworth Building en el centro del distrito financiero de Nueva York lo mantiene relevante y vibrante, con una mezcla de historia y modernidad que lo hacen tan icónico hoy como hace 100 años.
Con restaurantes de moda y mercados de Tribeca expandiéndose desde el norte y el desarrollo del West Side waterfront que ha creado una conexión con la naturaleza, la zona alrededor del Woolworth Building es un testimonio de la evolución constante de la ciudad. Además, su conexión subterránea ofrece acceso a casi cualquier lugar de la ciudad y más allá.
El Woolworth Building no es solo una parte integral del horizonte de Nueva York, sino también un testimonio viviente de la historia de la ciudad, manteniendo su lugar como un faro de comercio y cultura en una de las ciudades más dinámicas del mundo.
